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jueves, 28 de julio de 2016

NADA NI NADIE PARA A L@S TRABAJADOR@S MOVILIZAD@S CONTRA LAS AFP


Este domingo 24, diversas organizaciones sociales y políticas salieron a las calles de Chile exigiendo a las autoridades y a la casta política civil el fin del actual sistema previsional. Tal medida de presión es el primer paso en un camino que nos debe conducir a l@s trabajador@s a un Paro Nacional indefinido con vistas a recuperar todos los derechos que nos han robado en ya largos 43 años

Las AFP; es decir, las empresas del capital financiero que negocian con el ahorro previsional forzoso de 8 millones de trabajadores/as chilenos/as, aumentaron sus ganancias en nada menos que un 71,4% entre enero y septiembre de 2015 y si se tiene en cuenta que la rentabilidad anual promedio de los últimos 20 años de estas empresas ha sido de un 26%, nos debiera quedar muy claro el elevadísimo nivel de ganancias que obtienen los agiotistas dueños de ellas -en su mayoría empresas estadounidenses y ricachones nacionales ligados al capital transnacional–, como que sólo en 2015 llegaron a los ¡$1.558 millones diarios!
       
Se trata nada menos que de $ 568,6 mil millones, para 2015, sólo por concepto de utilidades para las empresas aseguradoras. Y eso que estamos en una “tremenda crisis económica”.

Pero no sólo las administradoras ganan con este delictual sistema. En la actualidad, las AFP invierten más de 31 mil millones de dólares en 10 bancos que operan en Chile. De esta forma, los trabajadores chilenos, a través de sus cotizaciones, terminan financiando a los bancos de los grupos Luksic, Matte, Yarur, Saieh o a grupos multinacionales.

Paradójicamente, esos mismos trabajadores, cuando piden un crédito de consumo a estos bancos, deben pagar tasas de interés anuales que pueden superar el 20%, 30% e incluso el 40%.

Con las AFP sólo pierden l@s Trabajador@s

En un violento contraste con lo anterior, si observamos el informe de la propia Superintendencia de Pensiones, a octubre pasado, constataremos que los 5 fondos de pensiones existentes obtuvieron una rentabilidad anualizada que va desde el 1,84%, el tipo E, al 7,27%, el A. De ello se extrae que, en el último año y en promedio, los/as trabajadores/as de Chile sólo vieron incrementadas sus mediocres pensiones en un miserable 4,6%.     

Actualmente en Chile, donde el capital monopólico-financiero es amo y señor, existen sólo seis Administradoras de Fondos de Pensiones –AFP: Cuprum, Provida y Hábitat, de capitales pertenecientes a empresas estadounidenses; Capital, de propiedad colombiana; Planvital, brasileña; y la más pequeña y reciente, AFP Modelo, de propiedad del empresario chileno Andrés Navarro. Todas ellas agrupadas en la poderosa Asociación de AFP.

Actualmente, el sistema privado que esquilma los ahorros previsionales de los/as chilenos/as paga un poco más de un millón de pensiones y en promedio (incluyendo todos los subsidios del Estado) éstas no superan los $200.000. En el caso de las pensiones de vejez, bajo la modalidad de retiro programado, vale decir, las que pagan directamente las AFP, el 90% son menores a $144.000, lo que equivale al 64% del exiguo salario mínimo chileno.


¿Cómo hemos llegado a aguantar tanto?

Ésta es la realidad de los/as que se jubilan en Chile. Una verdadera crisis social y un mentís a la supuestamente beneficiosa “economía social de mercado” con que la nos embolan la perdiz los ricos, la derecha y el gobierno de los mantenedores del sistema que son los de la Nueva Mayoría (NM).

Lamentablemente, este panorama se proyecta aún más oscuro para los próximos años. Las mujeres afiliadas a las AFP que hoy tienen 59 años acumulan en promedio $13,3 millones en su cuenta individual, lo que a la fecha (a 1 año de jubilar) alcanza para una pensión autofinanciada de $66.500 y en el caso de los hombres afiliados a 1 año de jubilar (64 años), acumulan $23,9 millones, que alcanzaría para una pensión de $119.500. Los dueños de las AFP, por supuesto, no encuentran mejor argumento que responsabilizar a los propios trabajadores por este desastre. Ya sea porque cotizan poco y a edades tardías, porque ha aumentado la esperanza de vida y deberían jubilarse más tarde, o porque sus salarios son muy bajos.

No obstante, varios de estos aspectos son ciertos. Y en mala hora. El 70% de los trabajadores chilenos recibe un ingreso líquido menor a $400.000, los empleos son inestables y precarios y eso conlleva lagunas previsionales y los hombres y mujeres ahora viven más años.

Con todo, hay algo trascendental que los enemigos del pueblo trabajador nos ocultan. A pesar de los miserables salarios que existen en Chile y a pesar de las lagunas previsionales, el sistema privado recauda al año en cotizaciones de los trabajadores y aportes del Estado $6,57 billones y paga en pensiones $2,5 billones. O sea, existe un excedente (que siempre ha existido y existirá) que hoy llega a $4 billones y que permitiría aumentar en un 150% las pensiones actuales.

Ha transcurrido nueve meses desde que la Comisión Pensiones, encargada por éste gobierno de las sempiternas ‘comisiones’, entregara su informe con el diagnóstico y conclusiones del actual “sistema de pensiones”, implementado hace ya más de tres décadas en nuestro país. La Comisión de marras se hizo partícipe de la interesada miopía de los distintos gobiernos de la democracia de baja intensidad de los últimos 25 años, los que no han sido capaces de confirmar la enorme precariedad en los montos de las pensiones que hoy entrega el sistema –que, en general, no superan los $185 mil mensuales (al 31 de agosto de 2015)-.

En otro si respecto de la mentada comisión, resulta pertinente recordar que esta nunca tuvo por objetivo presentar alternativas transformadoras, ya que sus integrantes siempre tuvieron una evidente inclinación hacia las AFP y el modelo de capitalización individual. Por lo demás, estos fueron designados con el fin de dar cumplimento al programa de gobierno de la NM, el cual en ningún momento contempló la posibilidad de poner fin a las AFP. Por el contrario, las promesas de campaña de Bachelet y Cía. Estaban orientadas al fortalecimiento de los pilares y legitimidad del sistema. Por lo tanto, una vez más el “gobierno de las comisiones” nos ha pasado un gol por secretaría, haciéndonos creer que la Bravo concluiría en favor de los trabajadores y la ciudadanía, todo esto mientras las AFP registraban utilidades del orden de $ 339 mil millones en 2014, $ 240 mil millones durante el primer semestre de 2015 y, como se sabe ahora, de $ 486 mil millones en el último año (casi US$ 690 millones).

Además, y como si fuera poco, dos de ellas (Cuprum y Provida) se dieron el lujo de eludir/evadir el pago de impuestos por US$ 420 millones como resultado de la creación de AFP ideológicamente falsas, autorizadas por la Superintendencia de Pensiones y ratificadas por la Superintendencia de Valores y Seguros y el Servicio de Impuestos Internos.

Como podemos ver, la afirmación de que “todo está al revés”, aún sigue en pie. Pero, como siempre, será tarea del movimiento popular y de la clase trabajadora poner “todo al derecho”.

En un inmenso, coordinado y ascendente movimiento nacional, l@s explotad@s debemos luchar contra las AFP -ni privadas ni estatal-, la reforma laboral chanta de la NM, la precariedad laboral y proponernos como una meta para el mediano plazo la realización de un Paro Nacional Indefinido, Productivo y Popular. Para ello hay fuerzas y ganas más que suficientes; sólo debemos avanzar por la senda de la unidad en la acción y dejar de lado el sectarismo, los personalismos y los protagonismos inconducentes.

¡Ningún Acuerdo o Reforma a Espaldas
de los Pueblos y l@s Trabajador@s!
¡Sólo la Lucha y la Unidad Nos Harán Libres!

Colectivo Acción Directa CAD -Equipo Sindical
Julio 28 de 2016

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