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viernes, 2 de septiembre de 2016

NUEVA ‘MINORIA’ VOTA JUNTO A LA DERECHA POR MANTENER SECRETO DE LA COMISION VALECH

“Acá los diputados de la Nueva Mayoría que votaron junto con la UDI para mantener secreto de la Comisión Valech”

Seis diputados oficialistas rechazaron la iniciativa, comprometida por la presidenta Bachelet ante la víctima del caso Quemados, Carmen Gloria Quintana

En VCC –public. 1/9/16  

Hoy –jueves 1/9/16- en la Cámara de Diputados correspondía votar el proyecto de ley que buscaba poner fin a los 50 años de secreto que velan la información recabada por la Comisión Valech. Este proyecto fue levantado el año 2015, luego de la reapertura del llamado caso Quemados, donde se investigan los responsables del rociamiento con bencina y posterior quema de Carmen Gloria Quintana y Rodrigo Rojas de Negri, resultando éste último fallecido.

Hace un año Quintana, quien sobrevivió al ataque, tuvo un encuentro con la presidenta Bachelet en donde esta se comprometió a revisar el secreto que impide conocer la información que rodea a las ejecuciones, desapariciones y torturas realizadas durante la dictadura.

La iniciativa fue presentada por los diputados Karol Cariola, Camila Vallejo, Lautaro Carmona, Hugo Gutiérrez, Daniel Núñez, Guillermo Teillier, Sergio Aguiló, Tucapel Jiménez, Felipe Letelier y Patricio Vallespín. Ya había sido aprobada en la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara y buscaba modificar la ley N°19.992, que establece que los antecedentes sobre prisión política y tortura debían ser guardados en secreto hasta el año 2054.

Tras ser rechazado de forma general, resulta imposible legislar en torno al tema en el plazo de un año. Para su aprobación, eran necesarios 60 votos favorables, pero solo 57 diputados se mostraron a favor.

Entre los contrarios, se encuentran 6 diputados de la Nueva Mayoría:

  1. Juan Luis Castro (PS)
  2. Marco Antonio Núñez (PPD) 
  3. Pepe Auth ( Independiente ex PPD)
  4. Guillermo Ceroni (PPD)  
  5. Marcelo Schilling (PS)
  6. Joaquín Tuma (PPD).

Por otro lado Daniel Farcas (PPD), Ramón Farías (PPD) y Pablo Lorenzini (DC) se abstuvieron [lo cual, nos parece, es otra forma de avalar una larga impunidad para los criminales de lesa humanidad –nota del CAD]

Tras la votación en la Sala, el diputado Hugo Gutiérrez (PC) sostuvo “lo vergonzoso es que ayer conmemoramos el Día Internacional de los Detenidos Desaparecidos y, al día siguiente, esta Cámara de Diputados se manifiesta en contra de permitir que se investiguen crímenes tan horrorosos como la tortura en Chile. Yo entiendo que eso lo haya hecho la UDI y RN, lo que me parece incomprensible es que militantes del Partido Socialista y del PPD hayan hecho lo mismo”.

“Hoy Camara Diputados se puso al margen del derecho y la jurisprudencia internacional de los derechos humanos al mantener secreto 50 años. Mantener secreto el testimonio de la víctima de tortura hace de un delito de lesa humanidad uno de acción privada que no obliga al Estado”, declaró Hugo Gutiérrez. Además, Gutiérrez dijo que “la UDI-RN amparen torturadores resulta natural son amigos, sus familiares, sus militares, pero un PS o un PPD, es por decir lo menos curioso.”

¿Por qué tanto obstáculo para levantar el secreto? No hay listado de victimarios

El relato, hasta ahora difundido por personeros políticos como el propio ex presidente de la República, Ricardo Lagos Escobar, ha sido que la decisión se tomó en consideración de las víctimas -que dieron testimonio en la Comisión Valech- en particular el relato de una -no identificada- que según relata el ex mandatario, “le pidió expresamente que se guardara reserva porque no quería que sus nietos supieran lo que había sufrido, entre esos horrores, la violación”. Ese testimonió habría motivado a Lagos a decretar el secreto de 50 años. En una entrevista con T13, Lagos aclara que “hay una manera para las víctimas que quieran que se sepa, que vayan con el mismo testimonio hasta la justicia y lo presenten”.

Una oleada de críticas despertaron las declaraciones de Ricardo Lagos, tanto de víctimas, organizaciones de DDHH, como de abogados que han estado vinculados a casos de DDHH. El argumento no se justifica pues si una víctima quiere que se mantenga en reserva su testimonio esto puede darse perfectamente. Otro dato, que aporta un abogado de DDHH y que participó del proceso, es que “la declaración de secreto fue posterior al levantamiento de testimonios, es decir, más allá de los cuidados y tacto que se tuvo para con las víctimas durante el proceso, jamás se dijo que los resultados de la comisión serían secretos, por lo que muchos dieron sus testimonios buscando justicia, cuestión que una vez terminado el proceso no obtuvieron decretándose el secreto por 50 años y usándolos a ellos/as, las víctimas, como excusa para la medida”.

El “Pacto de silencio” institucional

El problema es más de fondo y tiene que ver con el proceso y decisiones políticas que se ocuparon durante el desarrollo de la Comisión Valech, misma que decretó su secreto por 50 años. La comisión no solo tomó la declaración de quienes llegaban a declarar como víctimas, sino que también revisó los asideros de la misma concluyendo el estatus de víctima y la correspondiente reparación que rige por ley.

Por eso, más allá de los testimonios dados por las víctimas, siempre se ha esperado que se libere el listado y los datos sistematizados de los victimarios… sin embargo este no existe.

Cuando ya finalizaba el trabajo de la Comisión Valech, el gobierno de Ricardo Lagos coordinó reuniones con el alto mando del ejército. Las coordinaciones fueron constantes a través del Ministerio de Defensa y de Interior, pero el rol activo, por razones obvias, lo tuvo el de Defensa. Esto porque los resultados de la Comisión despertaron gran preocupación en el alto mando por las implicancias y aperturas de procesos -que podrían alcanzar a muchos militares activos- que esto podría provocar, así se le hizo saber el propio comandante en jefe del ejército Juan Emilio Cheyre al gobierno. En estas conversaciones participó la en ese entonces Ministra de Defensa, Michelle Bachelet y esto ameritó “decisiones de Estado”.

Un testigo de esas reuniones y que pide reserva, señala que “se podía ver cierta tensión, pero prontamente esta fue disipada por la receptividad que hubo por parte del gobierno, así el gobierno le aseguraba al alto mando, que los miedos que tenían eran injustificados, la comisión Valech saldría a la luz pero esta no abriría procesos judiciales ni comenzaría una cacería de brujas“.

Esto implicó una decisión delicada. Durante la recepción de testimonios estos eran entregados para su clasificación y revisión para posteriormente ser ingresados a la base de datos. Es en esta parte en donde se fueron eliminando los nombres de los victimarios, torturadores y participantes identificados por las victimas los que fueron literalmente censurados. Esto obedecía a una orden directa de La Moneda. Así los testimonios quedaron tal como habían sido entregadas por las miles de víctimas. Los datos respectivos fueron sistematizados, así ocurrió con los Centros de Torturas y exterminio y la clasificación por años, edades y sexo. Un completo informe sobre la historia de violencia política reciente de nuestro país en donde se confirma que el Estado violó sistemáticamente los Derechos Humanos, sin embargo con un espíritu muy alejado de justicia y que cristalizó la impunidad.

Así, terminado el proceso y entregado el Informe por la Comisión Valech a Ricardo Lagos en La Moneda, este lo presentó públicamente y luego estableció el secreto de confidencialidad por 50 años para la apertura de los informes completos.

Hoy reflota la demanda por desclasificar los informes y avanzar en real justicia y reparación como lo establecen el derecho internacional en esta materia y acorde a los tratados adscritos y vigentes que mantiene el Estado de Chile y por los cuales ha sido sancionado y cuestionado constantemente. Varias organizaciones ligadas a los DDHH y a víctimas de la acciones del Estado, han venido pidiendo el levantamiento del secreto, así lo ha hecho fuertemente la organización Londres 38, quien ha iniciado hace ya tiempo una campaña para terminar con los archivos secretos.

Actualmente la documentación del Informe Valech, con miles de documentos de miles de víctimas, se encuentra en una bodega del Museo de la Memoria. La custodia de este -legalmente- la tiene el Ministerio del Interior quien entregó al INDH la responsabilidad, y esta instancia, por falta de espacio, se resolvió llevarlos hasta el Museo de la Memoria en Quinta Normal.


Desde las organizaciones de DD.HH, señalaron su rechazo a proyecto que buscaba hacer públicos testimonios de Comisión Valech: “es una infamia”, dijo la Presidenta de la Agrupación de Familiares Detenidos Desaparecidos, Lorena Pizarro.

“Es absolutamente repudiable y una vergüenza. Por último, asuman su participación con su voto para que se siga ocultando los nombres de muchos criminales y sus cómplices que transitan libres por las calles”, dijo al respecto Lorena Pizarro, dirigente de la AFDD.

Lorena Pizarro, presidenta de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos, en conversación con The Clinic Online, fue categórica y calificó el argumento de protección a las víctimas como una cobardía. “Es absolutamente repudiable y una vergüenza. Por último, asuman su participación con su voto para que se siga ocultando los nombres de muchos criminales y sus cómplices que transitan libres por las calles”, dijo.

“Más allá de las excusas de quienes se abstuvieron o votaron en contra y justifican su actuar por redes sociales, es una gran mentira señalar, me parece que es hasta una infamia, que se busca proteger el testimonio de las víctimas. El proyecto no viola la identidad de las víctimas, si hay una sola persona que no quiere que su nombre aparezca, tiene todo el derecho, pero eso no tiene ninguna relación con que aquí se tenga que esconder el nombre de aquellos criminales que tienen que responder por los delitos que cometieron”, dijo Pizarro sobre la actuación de los parlamentarios oficialistas que votaron en contra.

Además la dirigente se refirió a la votación en bloque de la derecha para rechazar el proyecto: “Que la derecha en bloque vote en contra, los vuelve a poner una vez más del lado de aquellos que siguen defendiendo el terrorismo de Estado y que quieren la impunidad para los genocidas. A pocos día de una nueva conmemoración del Golpe cívico-militar, la derecha de ayer no es distinta la de hoy, por lo tanto, votaciones como esta demuestran la disposición de un número no menor de ellos, a volver a actuar de la misma manera criminal”, acusó.

Los diputados de la Nueva Mayoría que estaban a favor del proyecto, entre ellos Tucapel Jiménez, insistieron en que mantener el secreto sobre las violaciones a los derechos humanos va en contra de del derecho internacional, y lo estipulado por la Corte Interamericana de Derechos Humanos. “El Estado no puede amparar mecanismos como el secretado de estado para dejar de aportar información a los tribunales de justicia”, afirmó Jiménez.

Oficialismo

Los argumentos entregados por los parlamentarios oficialistas para votar en contra se centraron en la protección a las víctimas. Sin embargo, el proyecto consideraba una indicación, para que aquellos que no quisieran que su testimonio fuera público pudieran notificar al Instituto de Derechos Humanos en un plazo de 90 días una vez aprobado el proyecto.

Pepe Auth, quien lideró las gestiones entre el oficialismo para rechazar el proyecto, durante su intervención en la Sala, explicó: “Con la mejor de las intenciones, a mi juicio, estamos corriendo el riesgo de cometer un error de proporciones. (…) Muchos de quienes decidieron contar su testimonio fue bajo el compromiso que sería secreto, resulta que ahora este Parlamento hoy día va incumplir su palabra y les va a decir que ese testimonio se va a hacer público. No corresponde que el Parlamento cambie las reglas de juego”.

Los argumentos de la derecha

En tanto, en la oposición las intervenciones para explicar la votación en contra del proyecto estuvieron a cargo de Jaime Bellolio y Diego Paulsen. Ambos parlamentarios apelaron a la dignidad de las víctimas para oponerse.

El diputado Bellolio, uno de los que ha sido critico de los vínculos de la UDI con la dictadura, sostuvo: “Hagamos que los testimonios sean públicos, pero que las personas expresamente así lo digan. La pregunta de fondo es cuál es el mecanismo para hacerlos conocidos, ¿vale cualquier forma? (…) ¿Cuáles son los estándares? Los que tienen que ver con las dignidad de las personas. Es falso que queremos que haya un manto de impunidad, queremos que se conozca la verdad, pero no puede hacerse de cualquier forma”.

“Yo no voy a ser cómplice de aprobar un proyecto que va a generar una violación a los derechos humanos de las personas porque pasa a llevar su dignidad. Llamo a mi bancada a votar en contra. Estamos de acuerdo a llegar a la verdad pero no a cualquier costo”, afirmó Paulsen, ocasionando la risa de los parlamentarios de la Nueva Mayoría en la Sala.

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